lunes, 3 de diciembre de 2012

LITERATURA MEDIEVAL

EL LIBRO DE BUEN AMOR, de Juan Ruiz, Archipreste de Hita (siglo XIV)


En clase ya hemos visto las características del mester de clerecía, y hemos hablado de dos autores que son representativos de dicho mester. Uno de ellos es el autor del LBA (Libro de buen amor). La enseñanza que pretende inculcar al buen cristiano es que el mejor amor es el ofrecido a Dios (acordaos de que estamos en una sociedad teocéntrica y donde la Iglesia ocupa un lugar primordial), pero para ello, el autor, del que se sabe muy poco, ofrece unos consejos al hombre sobre la mujer. En este libro tan heterogéneo, el autor, a través de una narración autobiográfica, nos relata sus distintas experiencias amorosas  y se permite llegar después a la conclusión que da título al libro: el mejor amor es el buen amor, es decir, no el carnal sino el espiritual. ¿Qué os parece? 

El libro comienza más o menos así.

Aristóteles dijo, y es cosa verdadera,
que el hombre por dos cosas trabaja. La primera,
por el sustentamiento, y la segunda era
por conseguir unión con hembra placentera.

Luego habla de las ventajas del amor:


 Amor hace sutil a quien es hombre rudo;
convierte en elocuente al que antes era mudo,
quien antes fue cobarde, después todo lo pudo;
al perezoso obliga a ser presto y agudo.


Y a continuación da consejos sobre qué tipo de mujer buscar.  


Uno de los episodios más famosos del LBA es el de los amores de don Melón (el protagonista de todas las aventuras amorosas, reconvertido en don Melón de la Huerta) con doña Endrina. No es original del autor, sino que ya está recogida en el Pamphilus de amore, una comedia latina del siglo XII. En esta historia de don Melón y doña Endrina mediará una alcahueta, la vieja Trotaconventos, que será el precedente de la Celestina. Aquí tenéis la descripción que hace de doña Endrina:

Ay, Dios, cuán hermosa viene doña Endrina por la plaza!
¡Ay, qué talle, qué donaire, qué alto cuello de garza!
¡Qué cabellos, qué boquita, qué color, qué buenandanza!
Con saetas de amor hiere cuando los sus ojos alza.

Pero no todas las mujeres que describe son tan bien parecidas. Las serranas o serranillas son mujeres que viven en la sierra y que mediante pago ofrecen favores sexuales a los viajantes, además de comida y cobijo. Imaginad cómo serían estas en plena era medieval. No exenta de humor, os dejo la descripción de la serrana Aldara en el siguiente enlace. ¿Os atrevéis a hacer algún dibujo fiel al texto para colgar en el blog? 

El retrato de la mujer a lo largo de los tiempos es una constante en la literatura, en la pintura y en las artes en general. Os dejo esta canción a ver qué os parece. ¿Podríais reconstruir vosotros/as a la mujer o el hombre ideal? 
Quizá os inspire este poema de Ricardo Arjona, y para que lo conozcáis, podéis ver en esta página